Mundial 2026: El asistente técnico de La Verde, un excapitán y un exentrenador hablan de lo que se le viene a Bolivia
Bolivia sueña con la clasificación a la máxima cita del fútbol; sin embargo, antes debe superar un difícil escollo
Bolivia no pasa por alto el sorteo mundialista y el atractivo desafío de Francia, Noruega y Senegal en caso de haber una clasificación a la máxima cita del fútbol, pero la prioridad inmediata sigue siendo el repechaje, al menos así coincidieron el asistente técnico de la Verde, Gabirel Ramírez, el excapitán Sergio Galarza y el exseleccionador Carlos Aragonés.
La ilusión crece en el país, aunque la ruta para volver a una Copa del Mundo después de más de tres décadas exige superar a Surinam y luego a Irak en marzo, etapa decisiva para que la Verde mantenga vivo su sueño de estar en una Copa del Mundo después de 32 años.
Ramírez destacó que el sorteo se siguió “con mucha fe y optimismo” y que el equipo trabaja para “ser muy competitivos en repechaje y lograr el sueño que tenemos todos”, subrayando así que todas las energías están enfocadas en Surinam y en Irak, por lo que ya se coordinan tiempos con clubes del exterior para contar con los jugadores el mayor lapso posible.
El asistente técnico remarcó que el plantel siente motivación adicional al saber que, si superan la repesca, podrían enfrentar a figuras como Erling Haaland, Kylian Mbappé o Sadio Mané, figuras de Noruega, Francia y Senegal, respectivamente.
Mientras que Galarza, excapitán de la Verde, consideró que adelantarse y ver a Bolivia en la fase de grupos del Mundial solo genera expectativas fuera de lugar, ya el duelo inicial está “50--50” y que estudiar a Surinam será clave para llegar bien preparados.
“No podemos pensar en Irak si no hemos pasado Surinam”, recalcó el ‘Mono’ Galarza, aunque también expresó su optimismo de que Bolivia puede competir con ese adversario y remarcó el valor emocional que tendría para el país vivir nuevamente una clasificación.
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Carlos Aragonés, exseleccionador, coincidió en que la planificación debe centrarse en Surinam, que es el primer partido a jugar y dijo que ahí debe colocarse todo el esfuerzo y que la preparación mental será determinante.
Aragonés reconoció que enfrentar eventualmente a Francia o Noruega sería un incentivo, pero lo calificó como motivación “extra”, ya que no existe mayor estímulo que jugar un Mundial, resaltando que Bolivia tiene jugadores jóvenes y talentosos y un cuerpo técnico sólido para conseguir la clasificación si llega con confianza y claridad a los dos partidos del repechaje.