MasterChef vive otra noche triste al tener que despedir a Érika de la competencia. La cocinera quedó fuera tras el desafío de cocinar dos platos donde el pulpo era el protagonista de la noche.
Los nervios comenzaron a invadir la cocina cuando Marko Bonifaz llamó a Brishel y Érika donde el chef, señaló que ambas pudieron lograr un buen pulpo con buena textura pero que tuvieron problemas con la entrada.
Según Marko, el acevichado de Érika tenía un marinado excesivamente ácido y que el vinagre fue de más en este caso lo que no ayudó a fusionar todos los ingredientes. En cuanto a Brishel le señaló que tuvo problemas con la técnica del armado del sushi, la cual le hizo persistir y no la dejó pensar en soluciones.
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“Cocineras esta noche es una decisión tremendamente difícil de tomar, esto realmente es por menos de muy poco, en uno de los platos principales hay una pequeña diferencia en la ejecución técnicas y sabor más redondeado”, dijo Marko a tiempo de revelas que quien abandonaba la cocina de MasterChef era Érika.