Los cocineros hacen su mejor esfuerzo, pero las exigencias del jurado cada vez son más altas y así vivió su evaluación Alejandro Bustamante, un joven que se desempeña como agente inmobiliario y que llegó desde Cochabamba para presentar una “crema de verduras tatemada con una guarnición de yuca frita”.
El aspirante señaló que preparó un plato que le enseñó su mamá y que él intentó mejorar con un secreto que no quiso revelar al jurado de MasterChef. Aquí se generó una confusión porque el participante luego señaló que su mamá no sabía cocinar, pero que su abuela le enseñó el secreto para mejorar esta receta que luego su mamá aprendió a hacer, aclaró.
Aunque el jurado le indicó si no era mejor hacer una receta de su abuela, Alejandro respondió que “quería”, pero que fue su mamá quién lo animó a participar.
Al evaluar, Coral le señaló “si no había algo más fácil para poder hacer”, pero Alejandro le aseguró que “le iba a gustar” lo que cocinó. Marcos por su parte, observó los 55 minutos que tuvo y que para este tiempo la crema “debería estar increíble” , pero en ese instante encontró una cáscara.
De igual manera coincidió Marko, que consideró que tuvo mucho tiempo para “hacer algo muy simple”, pero que había algo que le hacía pensar y que tal vez podría ser el “ingrediente secreto” que incorporó que le daba una especie de ahumado. “Te voy a dar mi voto de confianza no estando muy seguro”, le dijo.
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Sin embargo Coral fue directa y le dijo que “para una competencia no se presentaba con algo tan simple”. “Para mi es un no”, le dijo.
Aunque parecía haber esperanzas, el chef Marcos indicó que el mejor momento que tuvo fue cuando “habló de su nonna” pero que la sopa “no estaba buena” y que para él era un “no”.