A diferencia del jueves de última chance, Noelia llegó con otro semblante para el desafío de la noche. Antes de llevar su plato donde Marcos, Coral y Marko, expresó lo que sentía al caminar por la cocina de MasterChef. “Cada vez que paso por las mesadas siento que estoy en un modelaje, así que me siento tranquila y empiezo a modelar con mi plato”, dijo la cocinera.
En la degustación aclaró que quien le ayudó a terminar su preparación fue Bernardo a quien nombró como “papi Bern”, un sobrenombre que colocaron con cariño los participantes al sucrense. “Ahí está mi angelito de la guarda”, dijo Noelia.
Un momento divertido surgió cuando Noelia comenzó a reírle al jurado mientras degustaban su comida. “¿Por qué te reís?”, le preguntó Marcos, mientras que Noelia le respondió que tenía un problema. “Tengo un problema no puedo dejar de reírme”, explicó y aunque el chef le señaló si le pasaba eso cada vez que lo veía, pero Noelia le indicó que no, que se reía de todo en general. “Voy a intentar ser más sería”, dijo.
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Cuando Coral pasó, lo curioso fue que Noelia dejó de sonreír por lo cual la chef observó este detalle y le dijo en broma “¿Conmigo no ríes? O sonríes a todos o no sonríes a los tres”, por lo que Noelia, sonrió y se comprometió a sonreírle más a Coral.
Tras este momento, Coral destacó el buen sellado de la carne del plato de la cocinera, pero sobre todo resaltó el aceto balsámico que colocó en la ensalada. “Una ensalada deliciosa, que bueno que hayas puesto aceto balsámico que hace más explosiva el sabor de esta ensalada”, le dijo Coral a la participante que quedó feliz con la respuesta.