Presenta un “rabo de buey” y la chef Coral pide a la mamá de un participante que pruebe lo que su hijo cocinó

Cada cocinero viene con una historia y la de Álvaro no es la excepción. Este joven estudiante de Ciencias Políticas, reveló que la pasión por la cocina nació a sus 14 años y que si había algún momento en la vida que lo marcó, fue encontrar a su mamá.

“Nací en Tarija, en Coimata. Mi madre me adoptó cuando yo tenía un año y medio. Mi vida dio un giro que yo nunca hubiese sabido y ahora estoy acá”, relató y añadió que el gusto por la cocina lo heredó de su papá , quien tenía un restaurante en La Paz. Sin embargo, al trabajar los dos comenzó a experimentar cocinando, pese a que tenía prohibido hacerlo.

Cocinó un “rabo de buey” que definió “que no tenía nada de rabo” por la dificultad que le costó conseguir esta carne. Acompañó con una quinua que intentó aromatizar con flor de jamaica y que en la base sirvió un pesto de huacataya.

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Por el nerviosismo Álvaro, terminó ensuciando la cocina y ante la mirada calificadora de los jueces comenzó la evaluación.

Marcos le dijo que “no”, pues si bien veía un plato estéticamente bueno, el pesto que aportó cremosidad, más la quinua, cuando llegó a la aparte de carne identificó una salsa con un sabor amargo y que a aunque agarro el osobuco con la cuchara y el tenedor para ver si se desmechado no sucedió.

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Marko por su parte defendió el plato del participante y señaló que tuvo buenas ideas y sabores en conjunto. “Te voy a dar un sí, espero no arrepentirme”, dijo

La chef Coral aunque probó el rabo de buey, pidió una segunda opinión por lo que pidió al participante que la persona que lo acompañe pasara. Es por este motivo que a las cocinas, pasó la señora Amelia. “Encantada y orgullosa de que mi hijo esté aquí”, expresó.

Coral señaló que tenía dudas, por lo que invitó a degustar el plato y además le preguntó a Amelia “¿Qué le faltaba al plato?”. “Yo creo que le ha salido muy bien, que quedaría perfectamente para este momento”, dijo con seguridad.

Ante el comentario de la chef, Amelia también agregó que veía a su hijo “muy bien para MasterChef porque era muy disciplinado y que si se encontraba frente a ellos era porque él se lo había buscado y ganado y sobre todo hay que ver es que la cocina le fascina”.

Al escuchar la respuesta, Coral le pidió esperar unos segundos y le entregó un delantal negro porque querían darle una segunda oportunidad.