Marina llora al escuchar las palabras de aliento que recibe del jurado

Marina, sintió satisfacción al escuchar que el desafío era preparar falso conejo. Si bien reconoció que hace tiempo que no lo cocinaba, recordaba la receta.

Con la sencillez y humildad que la caracteriza llevó su preparación insegura del fideo. “Voy mirando el fideo, no está como yo quiero”, lamentó. Una vez frente a Marcos, Coral y Marko, describió que preparó “el estuco” o “ahogado” de forma tradicional con ají y cebolla.

“He tratado de que el ají se cocine lo mejor posible porque eso fue lo primero que hice, falle un poquito en el fideo”, le dijo a Coral.

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Sobre su toque especial, describió a Marcos que ella siempre hizo la carne “bien condimentada con ajo, comino, pimienta y salsita”, pero el chef no le dijo nada. Cuando Marko degustó su plato, le preguntó “¿Se parece al de la tía?” Sin embargo el chef le dice que “después le responderá”.

La evaluación comenzó con Marcos y el chef sorprendió con su respuesta. “Marina no sé por qué decís que el fideo no te gustó del todo porque la verdad que acompaña súper bien,”, le dijo.

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Añadió que la carne y el ají estaban bien cocidos y que eso reflejaba el trabajo que comentó para que salga rico y caiga bien. “La verdad que como que te cierra todo, es un plato que yo lo agarraría a besos porque está delicioso, calidad, cantidad y buen sabor para qué más”, dijo.

Al escuchar las palabras del chef, Marina se emociona y sus compañeros aplauden. El chef Marko por su parte, destacó el fideo, la sarsa y la quirquiña. “La verdad que me hiciste temblar y sabes que no le digamos a la tía pero si me acordé de ella”, dijo.

Los ojos de Marina se llenaron de lágrimas, pero de felicidad, le aclaró a Anabel y reveló que quiere seguir en MasterChef. “He luchado bastante para entrar, mandaba videos y videos y no me conformaba con mandar uno”, dijo emocionada.