Con una simpatía que reflejaba su rostro, así llegó Miriam ante el jurado. Ni bien ingresó, se presentó señalando que venía de Cochabamba, de la provincia Tiquipaya, capital de las flores, la trucha y de la chicha. No llegó con las manos vacías. “Les traje un regalito, es para ustedes truchita, es fresquita y yo las crié”, dijo, dejando sorprendido al jurado.
Sobre su vida, Miriam relató que tiene dos hijos, uno de ellos con discapacidad consecuencia de una meningitis tuberculosa. “Es por lo que estoy aquí porque quiero luchar por él, quiero que mi hijo se sienta orgullosa de mí”.
Esta mamá y ama de casa, preparó una trucha grillada con ensalada fresca. Aunque el jurado la intimidó al momento de la degustación, Miriam siguió firme.
El chef Marko le dio el primer “sí” a Miriam. Me quedo entre cosas que sí y no, pero creo que mi balanza, va un poco más al lado del sí”, explicó.
Coral señaló que el sabor de la albahaca invadió a la trucha y que para ella era un “no”. En manos de Marcos quedó la decisión final. El chef comentó que habían cosas que no iban como las hojas verdes calientes, pero rescató que la trucha estaba “muy bien cocida” y que el acompañamiento del puré estaba cremoso.
La incertidumbre invadió la devolución, pero el chef señaló que le iba a dar un mandil negro con una segunda oportunidad que sería la última. “No tienes más (chances) y quiero verte cocinando más que trucha”, le dijo Marcos a la participante que se emocionó y aseguró seguir las recomendaciones.